Como todas la grandes historias, la de Los Tamara nace del inconformismo y la pasión de un grupo de chavales que, en cierto sentido, tuvieron que revelarse.
La imposibilidad de tocar durante las celebraciones de carácter religioso, como la Cuaresma o la Semana Santa, hizo que por la cabeza de Prudencio Romo, joven músico noiés, pasase la idea de formar una orquesta para salir a tocar al extranjero, donde podrían ejercer su profesión con normalidad y de modo regular. Así, en 1958, Prudencio, su hermano Alberto, Manolo Paz, José Sarmiento, Enrique Paisal y Germán Olariaga, se embarcaron en una trepidante odisea. Ese mismo año, tras participar en un certamen radiofónico celebrado en Radio Vigo, los acontecimientos comienzan a sucederse a toda prisa.
Se ven inmersos de repente en una gran gira norteafricana que los lleva por Marrakech, Casablanca, Tánger, Orán... Entre 1958 y 1960 recorren todo el Magreb, teniendo incluso que huir precipitadamente de Argelia al verse sorprendidos por la guerra de independencia. Pero este revés para nada se vería reflejado en su trayectoria. Todo lo contrario. Ese mismo año se convierten en el primer grupo español en tocar en el Olympia de París. Estando en Francia pasa a formar parte de la banda Pucho Boedo. El binomio Prudencio - Pucho le da un impulso definitivo al sonido del grupo y a partir de ese momento la aventura comienza a hacerse más y más grande.
Firman en Francia su primer contrato discográfico, vuelven a España de la mano de discos Zafiro donde grabarán, en el 64, Galicia Terra Nosa, la primera canción Pop en gallego. Tras una larga etapa, finalizarían su relación con Zafiro en 1970, con la publicación de Na Fermosa Galicia, su primer LP y su primer disco de temática 100% Gallega. Inmersos ya en la grabación de discos de larga duración, en la madrileña casa Marfer, producen el corpus principal de su obra en Gallego, teniendo presentes tanto a los clásicos de nuestra literatura como a nuestra tierra en sus composiciones.
La delicada salud de Pucho precipitó el desmembramiento de la banda a finales de los 70. Su relevancia e impronta en el imaxinario colectivo mantienen vivo su mito y su arte desde entonces. |